Utilizar el Inglés (o cualquier lengua extranjera) para hacer algo que sea significativo para el alumno, de manera que al mismo tiempo que se aprende y se practica la lengua se trabaja el contenido de otro área currilar es el principal pilar en el que se fundamenta la metodología CLIL o AICLE (Aprendizaje Intergrado de Contenido y Lengua.)
Una factor importante es seleccionar los contenidos y objetivos cuidadosamente de ambás áreas así como las situaciones y contextos culturales y lingüísticos, en los que aprender y usar la lengua.
Llevar a cabo experiencias de este tipo en el aula es todo una aventura, que con creatividad, innovación y, por supuesto, formación, pueden ser muy enriquecedoras y motivadoras en nuestras aulas.
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